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Discurso de Danilo, dos temas obligados

 <p>Alocuci&oacute;n. El presidente Danilo Medina, entre la reelecci&oacute;n y el Plan de Regularizaci&oacute;n.</p>
Las circunstancias obligarán al presidente Medina a tratar en su discurso de hoy no solamente el tema de su repostulación, que ha acaparado la atención del país en el último mes, sino el final del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros que venceeste jueves.
Del primer tema, la reelección, autorizada por la reciente reforma de la Constitución de la República, se diría que va aparejado al llamado Gobierno Compartido de Unidad Nacional que le habría propuesto el presidente Medina al PRD, al PRSC y a otros partidos.

En una alocución pronunciada el lunes por la noche, el ya proclamado candidato presidencial del PRD, ingeniero Miguel Vargas Maldonado, anunció que se apartaba de su aspiración para integrar su partido a ese propuesto Gobierno Compartido.

Antes de ese pronunciamiento ya el tema estaba en las mesas de los dominicanos porque el presidente Medina lo había propuesto de manera extraoficial, una forma de armar un súper frente de dos viejos partidos antagónicos para reforzar su candidatura.

Se espera que Medina hable sobre la reelección en algún modo, como sería su aceptación de postularse en las elecciones de mayo de 2015, pero también de los alcances de su propuesta de Gobierno Compartido, siempre de acuerdo a Vargas Maldonado.

El Presidente buscaría que bien temprano las tres organizaciones políticas se preparen para lidiar con el Partido Revolucionario Moderno, el último desprendimiento del PRD, que proclamó el fin de semana a Luis Abinader como su candidato presidencial.

Medina no quiere dejar cabos sueltos. Tras un proceso de un mes en el cual alentó cautelosamente la reforma constitucional, logró el apoyo de los legisladores del PRD y del PRSC y la proclamación en Asamblea Nacional, desearía seguir adelante sin perder tiempo.

El presidente recibió a lo largo de los últimos dos años un apoyo consistente de la población, que según las encuestas, llegaba hasta el 80%, lo nunca visto desde que se realizan certámenes electorales y algo que le habría impulsado a buscar la reelección presidencial.

Su empeño fue denunciado por el expresidente Leonel Fernández, el principal de cinco aspirantes a la postulación, partiendo de los detalles que rodearon la reunión de la Asamblea Nacional, y por los opositores del PRM y grupos políticos de la sociedad civil.
Gobierno Compartido

El programa del Gobierno Compartido enunciado por el dirigente perredeísta Vargas Maldonado, según la propuesta del presidente Medina, incluiría concurrir juntos a las elecciones del 2016 bajo un programa de doce puntos para el desarrollo del país.

Esencialmente, de acuerdo al discurso, sería la continuación del programa puesto en marcha por Medina en el presente cuatrienio, con novedades como políticas para modernizar el transporte y la construcción de un tren de carga y pasajeros en el Cibao.

También impulsar el desarrollo turístico para llegar a la meta de 10 millones de turistas al año, con énfasis en la creación de polos de desarrollo en Bahía de las Águilas, Los Corbanitos, en el Sur; Bayahíbe, en el Este y Montecristi en el Noroeste.

El discurso de Vargas Maldonado hizo un recuento de las tribulaciones de su partido y lanzó ataques contra la dirección del PRM, quizás adelantándose a las descalificaciones con que esos adversarios recibirían la alocución y el vendaval de denuncias en su contra.

Vargas Maldonado, cuyo partido ha experimentado considerable disminución luego de la última división en que el PRM, alentado por Abinader e Hipólito Mejía se llevó buena parte de la militancia, trató de lucir emocionado pero calmado, y concitar comprensión.

El presidente Medina, quien tendría que referirse al tema político para definir situaciones y calmar inquietudes, tiene ante sí el proceso interno del PLD, que incluiría la discusión en el comité político, el comité central y la convocatoria del comité elector.

Se cree que, de acuerdo al retiro que hicieron de sus aspiraciones los dirigentes partidarios Reinaldo Pared Pérez, Francisco Javier García, Temístocles Montás y Radhamés Segura, lo que procedería ahora sería darle el su apoyo a Medina y proponerlo.
Plan de Regularización

El Plan de Regularización de los extranjeros llega a su fin hoy, lo que parecería una coincidencia con el discurso presidencial, y en medio de cierta incertidumbre por el poco apoyo del régimen del presidente Martelly y las denuncias de deportaciones masivas.

Quizás no por falta únicamente de voluntad sino de recursos, el régimen del presidente Martelly dejó el grueso de la ejecución del Plan a la parte dominicana, que posiblemente nunca dirá cuántos millones de pesos está costando el mismo.

Se cree que un poco más de 250 mil haitianos que vivían en la República Dominicana sin documentación, se han podido inscribir para que sus casos sean conocidos, mientras permanecen en el país. Una cantidad mayor podría estar todavía pendiente.

Las repatriaciones masivas de haitianos, que en boca de algunos adversarios del régimen de Medina está siendo tema coloquial y de celebración, concitaría una crisis en la mano de obra extranjera al punto que podría paralizar el sistema inmobiliario.

La realidad frente a la ficción es que ni el Gobierno ni el sector privado podrían soportar la salida intempestiva de los trabajadores que llevan a cabo la obra bruta de las construcciones. Algunos adversarios podrían tratar de crearle una crisis al régimen de RD.
Ton Ton Macoutes

El pasado martes el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, cuya oficina ha estado a cargo del Plan de Regularización, trabajando horas extras en las últimas dos semanas, denunció que antiguos Ton Ton Macoutes estaban agitando a los haitianos. Ton Ton Macoutes son viejos milicianos de la familia Duvalier conocidos por su crueldad.

La creencia es que los tontones y otros malhechores que escaparon de las cárceles haitianas y adherentes que cruzaron la frontera para huir de la persecución policial, se han infiltrado en los arrabales de Santo Domingo y Santiago, para crear problemas y atizar la violencia.

Con semejante panorama que reseñó en su edición de ayer en portada The New York Times, desde su buró en Ciudad de México, sería muy difícil que el presidente Medina no toque el tema, aunque la política interior sea lo predominante en su mensaje.

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