CARACAS.- La oposición venezolana descartó este lunes reunirse
nuevamente en República Dominicana con una misión internacional
compuesta por el expresidente dominicano Leonel Fernández y los también
exmandatarios Rodríguez Zapatero y Martín Torrijos y que busca propiciar
un diálogo con el gobierno en torno a la crisis política.
“No vamos a República Dominicana a reunirnos con nadie”, advirtió
Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento de mayoría opositora, en
conferencia de prensa.
A finales de mayo, enviados del gobierno y de la oposición se
reunieron por separado con Zapatero y los también exmandatarios Leonel
Fernández (Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá).
El dirigente argumentó que el gobierno pretende, a través de la
delegación internacional, imponer el lugar y la agenda de discusión con
la alianza opositora que promueve un referendo revocatorio contra el
presidente Nicolás Maduro.
“La agenda de un eventual diálogo por parte nuestra la ponemos
nosotros, y si no están dispuestos a coordinar esa agenda, pues no
vamos”, sostuvo Ramos Allup.
No obstante, aclaró que pese a las dudas que le genera la neutralidad
de la misión facilitadora, la oposición está dispuesta a reanudar los
contactos siempre que se realicen en Venezuela o en la sede de la
Organización de Estados Americanos, en Washington.
Con el apoyo de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), el grupo
de expresidentes busca facilitar un acercamiento entre Maduro y sus
adversarios, con miras a establecer “un diálogo nacional” sobre la
crisis política.
Acosado por la difícil situación económica, Maduro y la mayoría
parlamentaria están enfrascados desde hace siete meses en una lucha de
poderes que, según la oposición, amenaza con desbordarse si el
mandatario no da paso a una consulta sobre su continuidad en el poder.
Ramos Allup respaldó el planteamiento hecho por Argentina en la OEA
de “ampliar” el grupo de facilitadores. “Todas las ideas de buena
voluntad y de buena fe son bienvenidas”, remarcó.
Maduro, en un discurso la semana pasada, dijo que estaba dispuesto a
sentarse hasta con “el mismísimo diablo” con tal de abrir un diálogo con
la oposición.
Sin embargo, sus enemigos políticos son renuentes a reunirse con él
porque consideran que se trata de una maniobra para “ganar tiempo” y
evitar el llamado a un referendo revocatorio este año.
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