QUITO,
Ecuador (AP) — El
ministro de Seguridad informó el lunes que la cifra de muertos del terremoto
que sacudió el centro de la costa pacífica ecuatoriana, devastó poblados,
derrumbó decenas de edificaciones, y destruyó algunas carreteras, ascendió a
350.
"Tenemos
lamentablemente que informar que tenemos 350 personas fallecidas", dijo el
ministro César Navas en declaraciones al canal Teleamazonas. "Durante toda
la noche hemos continuado las tareas de búsqueda y rescate y de evacuación de
las personas que han quedado atrapadas".
El
epicentro del terremoto, de una magnitud de 7,8 grados y el más fuerte en
afectar a Ecuador desde 1979, tuvo lugar en zonas ecuatorianas escasamente
pobladas compuestas por puertos de pescadores y playas turísticas a 170
kilómetros (105 millas), de Quito, capital del país.
La mayor
parte de las poblaciones de la provincia de Manabí, Guayaquil, la capital y otras
ciudades importantes, han sido las más afectadas incluyendo a Pedernales,
Portoviejo y Manta, en la Costa Pacífica.
En
Pedernales, la mayor parte de las construcciones colapsaron y apenas dos o tres
edificios quedaron en pie. Los afectados han convertido al estadio de fútbol en
zona de atención hospitalaria y de refugio de cientos de personas.
"Hay
muchos muertos y enfermos", dijo el sacerdote Pedro Jesús Arenas en
referencia a Pedernales. "Queremos estar presentes dando consuelo y
llevando ayuda: agua, ropa, víveres, todo lo que la gente generosa nos ha
dado".
Destacó
que la policía los escolta porque temen ser asaltados al evadir los tramos de
las carreteras que han sido destruidas. "La gente está desesperada y
pueden asaltarnos, pero nosotros queremos que esa ayuda llegue a las zonas más
dañadas", añadió.
El
presidente Rafael Correa inició el lunes sus labores con un sobrevuelo sobre
las zonas más golpeadas por el sismo del sábado, especialmente en la costa
central del país, a la que han llegado decenas de rescatistas nacionales e
internacionales.
El
mandatario verificó personalmente la situación en las poblaciones más
afectadas, especialmente Portoviejo, Manta y Pedernales.
En
declaraciones a periodistas, Correa aseveró que Portoviejo "está sumamente
destruida. Manta también, hay pequeñas ciudades costeras como Pedernales, Jama,
Canoa, proporcionalmente con altos niveles de destrucción".
Destacó
que los afectados no quieren asistir a los albergues bajo techo por miedo por
lo que han buscado refugio en lugares abiertos.
"Hay
todavía muchísimos cadáveres debajo de los escombros. Es una tragedia muy grave
la que estamos enfrentando, la mayor tragedia de los últimos 67 años",
dijo el mandatario. "Sabremos salir adelante, ánimo patria querida".
En la
ciudad de Portoviejo, capital de Manabí, casi todas las construcciones del
casco comercial y bancario colapsaron mientas que en la turística ciudad de
Manta varios hoteles quedaron reducidos a escombros.
El
director de Obras Misioneras Pontificias, Anastacio Gil, dijo que "siente
la tragedia que ha sufrido Ecuador porque el sufrimiento se está centrando en
los más pobres y desprotegidos y con ellos están nuestros misioneros".
Fue clave
el trabajo de los pobladores que inicialmente y sólo con sus manos se lanzaron
a los escombros tratando de buscar sobrevivientes, a quienes luego se
integraron rescatistas especializados en este tipo de tragedias.
El
canciller Guilaume Long indicó que Bolivia ha enviado 50 rescatistas, Suiza
tres expertos, España 80 más 120 equipos móviles, Venezuela 48, Colombia 50,
Perú 35, México 120, Cuba 25 y Chile 49 bomberos.
Todos se
integraron de inmediato a las labores de rescate en las zonas más golpeadas
tras el terremoto de 7,8 grados que magnitud del sábado.
El lunes
en la madrugada los bomberos de Quito lograron rescatar a tres personas de un
centro comercial en Manta, mientras en el exterior un hombre solo acertaba a
decir "mi esposa, mi esposa" en medio de un intenso llanto.
El
ministro de Transporte y Obras públicas, Walter Solís, confirmó que el
terremoto causó daños en unos 1.000 kilómetros de la red vial del país.
Miles de
pobladores de Quito, Guayaquil y otras ciudades se lanzaron el domingo a las
calles para aportar vituallas y ropa a los afectados y de inmediato salieron
aviones y vehículos pesados cargados de ayuda.
-
QUITO, Ecuador (AP)
— El ministro de Seguridad informó el lunes que la cifra de muertos del
terremoto que sacudió el centro de la costa pacífica ecuatoriana,
devastó poblados, derrumbó decenas de edificaciones, y destruyó algunas
carreteras, ascendió a 350.
"Tenemos lamentablemente que informar que tenemos 350 personas
fallecidas", dijo el ministro César Navas en declaraciones al canal
Teleamazonas. "Durante toda la noche hemos continuado las tareas de
búsqueda y rescate y de evacuación de las personas que han quedado
atrapadas".
El epicentro del terremoto, de una magnitud de 7,8 grados y el más fuerte en afectar a Ecuador desde 1979, tuvo lugar en zonas ecuatorianas escasamente pobladas compuestas por puertos de pescadores y playas turísticas a 170 kilómetros (105 millas), de Quito, capital del país.
La mayor parte de las poblaciones de la provincia de Manabí, Guayaquil, la capital y otras ciudades importantes, han sido las más afectadas incluyendo a Pedernales, Portoviejo y Manta, en la Costa Pacífica.
En Pedernales, la mayor parte de las construcciones colapsaron y apenas dos o tres edificios quedaron en pie. Los afectados han convertido al estadio de fútbol en zona de atención hospitalaria y de refugio de cientos de personas.
"Hay muchos muertos y enfermos", dijo el sacerdote Pedro Jesús Arenas en referencia a Pedernales. "Queremos estar presentes dando consuelo y llevando ayuda: agua, ropa, víveres, todo lo que la gente generosa nos ha dado".
Destacó que la policía los escolta porque temen ser asaltados al evadir los tramos de las carreteras que han sido destruidas. "La gente está desesperada y pueden asaltarnos, pero nosotros queremos que esa ayuda llegue a las zonas más dañadas", añadió.
El presidente Rafael Correa inició el lunes sus labores con un sobrevuelo sobre las zonas más golpeadas por el sismo del sábado, especialmente en la costa central del país, a la que han llegado decenas de rescatistas nacionales e internacionales.
El mandatario verificó personalmente la situación en las poblaciones más afectadas, especialmente Portoviejo, Manta y Pedernales.
En declaraciones a periodistas, Correa aseveró que Portoviejo "está sumamente destruida. Manta también, hay pequeñas ciudades costeras como Pedernales, Jama, Canoa, proporcionalmente con altos niveles de destrucción".
Destacó que los afectados no quieren asistir a los albergues bajo techo por miedo por lo que han buscado refugio en lugares abiertos.
"Hay todavía muchísimos cadáveres debajo de los escombros. Es una tragedia muy grave la que estamos enfrentando, la mayor tragedia de los últimos 67 años", dijo el mandatario. "Sabremos salir adelante, ánimo patria querida".
En la ciudad de Portoviejo, capital de Manabí, casi todas las construcciones del casco comercial y bancario colapsaron mientas que en la turística ciudad de Manta varios hoteles quedaron reducidos a escombros.
El director de Obras Misioneras Pontificias, Anastacio Gil, dijo que "siente la tragedia que ha sufrido Ecuador porque el sufrimiento se está centrando en los más pobres y desprotegidos y con ellos están nuestros misioneros".
Fue clave el trabajo de los pobladores que inicialmente y sólo con sus manos se lanzaron a los escombros tratando de buscar sobrevivientes, a quienes luego se integraron rescatistas especializados en este tipo de tragedias.
El canciller Guilaume Long indicó que Bolivia ha enviado 50 rescatistas, Suiza tres expertos, España 80 más 120 equipos móviles, Venezuela 48, Colombia 50, Perú 35, México 120, Cuba 25 y Chile 49 bomberos.
Todos se integraron de inmediato a las labores de rescate en las zonas más golpeadas tras el terremoto de 7,8 grados que magnitud del sábado.
El lunes en la madrugada los bomberos de Quito lograron rescatar a tres personas de un centro comercial en Manta, mientras en el exterior un hombre solo acertaba a decir "mi esposa, mi esposa" en medio de un intenso llanto.
El ministro de Transporte y Obras públicas, Walter Solís, confirmó que el terremoto causó daños en unos 1.000 kilómetros de la red vial del país.
Miles de pobladores de Quito, Guayaquil y otras ciudades se lanzaron el domingo a las calles para aportar vituallas y ropa a los afectados y de inmediato salieron aviones y vehículos pesados cargados de ayuda.
- See more at: http://www.elcaribe.com.do/2016/04/18/ecuador-cifra-muertos-por-terremoto-sube-350#sthash.7loKbrER.dpufEl epicentro del terremoto, de una magnitud de 7,8 grados y el más fuerte en afectar a Ecuador desde 1979, tuvo lugar en zonas ecuatorianas escasamente pobladas compuestas por puertos de pescadores y playas turísticas a 170 kilómetros (105 millas), de Quito, capital del país.
La mayor parte de las poblaciones de la provincia de Manabí, Guayaquil, la capital y otras ciudades importantes, han sido las más afectadas incluyendo a Pedernales, Portoviejo y Manta, en la Costa Pacífica.
En Pedernales, la mayor parte de las construcciones colapsaron y apenas dos o tres edificios quedaron en pie. Los afectados han convertido al estadio de fútbol en zona de atención hospitalaria y de refugio de cientos de personas.
"Hay muchos muertos y enfermos", dijo el sacerdote Pedro Jesús Arenas en referencia a Pedernales. "Queremos estar presentes dando consuelo y llevando ayuda: agua, ropa, víveres, todo lo que la gente generosa nos ha dado".
Destacó que la policía los escolta porque temen ser asaltados al evadir los tramos de las carreteras que han sido destruidas. "La gente está desesperada y pueden asaltarnos, pero nosotros queremos que esa ayuda llegue a las zonas más dañadas", añadió.
El presidente Rafael Correa inició el lunes sus labores con un sobrevuelo sobre las zonas más golpeadas por el sismo del sábado, especialmente en la costa central del país, a la que han llegado decenas de rescatistas nacionales e internacionales.
El mandatario verificó personalmente la situación en las poblaciones más afectadas, especialmente Portoviejo, Manta y Pedernales.
En declaraciones a periodistas, Correa aseveró que Portoviejo "está sumamente destruida. Manta también, hay pequeñas ciudades costeras como Pedernales, Jama, Canoa, proporcionalmente con altos niveles de destrucción".
Destacó que los afectados no quieren asistir a los albergues bajo techo por miedo por lo que han buscado refugio en lugares abiertos.
"Hay todavía muchísimos cadáveres debajo de los escombros. Es una tragedia muy grave la que estamos enfrentando, la mayor tragedia de los últimos 67 años", dijo el mandatario. "Sabremos salir adelante, ánimo patria querida".
En la ciudad de Portoviejo, capital de Manabí, casi todas las construcciones del casco comercial y bancario colapsaron mientas que en la turística ciudad de Manta varios hoteles quedaron reducidos a escombros.
El director de Obras Misioneras Pontificias, Anastacio Gil, dijo que "siente la tragedia que ha sufrido Ecuador porque el sufrimiento se está centrando en los más pobres y desprotegidos y con ellos están nuestros misioneros".
Fue clave el trabajo de los pobladores que inicialmente y sólo con sus manos se lanzaron a los escombros tratando de buscar sobrevivientes, a quienes luego se integraron rescatistas especializados en este tipo de tragedias.
El canciller Guilaume Long indicó que Bolivia ha enviado 50 rescatistas, Suiza tres expertos, España 80 más 120 equipos móviles, Venezuela 48, Colombia 50, Perú 35, México 120, Cuba 25 y Chile 49 bomberos.
Todos se integraron de inmediato a las labores de rescate en las zonas más golpeadas tras el terremoto de 7,8 grados que magnitud del sábado.
El lunes en la madrugada los bomberos de Quito lograron rescatar a tres personas de un centro comercial en Manta, mientras en el exterior un hombre solo acertaba a decir "mi esposa, mi esposa" en medio de un intenso llanto.
El ministro de Transporte y Obras públicas, Walter Solís, confirmó que el terremoto causó daños en unos 1.000 kilómetros de la red vial del país.
Miles de pobladores de Quito, Guayaquil y otras ciudades se lanzaron el domingo a las calles para aportar vituallas y ropa a los afectados y de inmediato salieron aviones y vehículos pesados cargados de ayuda.
QUITO, Ecuador (AP)
— El ministro de Seguridad informó el lunes que la cifra de muertos del
terremoto que sacudió el centro de la costa pacífica ecuatoriana,
devastó poblados, derrumbó decenas de edificaciones, y destruyó algunas
carreteras, ascendió a 350.
"Tenemos lamentablemente que informar que tenemos 350 personas
fallecidas", dijo el ministro César Navas en declaraciones al canal
Teleamazonas. "Durante toda la noche hemos continuado las tareas de
búsqueda y rescate y de evacuación de las personas que han quedado
atrapadas".
El epicentro del terremoto, de una magnitud de 7,8 grados y el más fuerte en afectar a Ecuador desde 1979, tuvo lugar en zonas ecuatorianas escasamente pobladas compuestas por puertos de pescadores y playas turísticas a 170 kilómetros (105 millas), de Quito, capital del país.
La mayor parte de las poblaciones de la provincia de Manabí, Guayaquil, la capital y otras ciudades importantes, han sido las más afectadas incluyendo a Pedernales, Portoviejo y Manta, en la Costa Pacífica.
En Pedernales, la mayor parte de las construcciones colapsaron y apenas dos o tres edificios quedaron en pie. Los afectados han convertido al estadio de fútbol en zona de atención hospitalaria y de refugio de cientos de personas.
"Hay muchos muertos y enfermos", dijo el sacerdote Pedro Jesús Arenas en referencia a Pedernales. "Queremos estar presentes dando consuelo y llevando ayuda: agua, ropa, víveres, todo lo que la gente generosa nos ha dado".
Destacó que la policía los escolta porque temen ser asaltados al evadir los tramos de las carreteras que han sido destruidas. "La gente está desesperada y pueden asaltarnos, pero nosotros queremos que esa ayuda llegue a las zonas más dañadas", añadió.
El presidente Rafael Correa inició el lunes sus labores con un sobrevuelo sobre las zonas más golpeadas por el sismo del sábado, especialmente en la costa central del país, a la que han llegado decenas de rescatistas nacionales e internacionales.
El mandatario verificó personalmente la situación en las poblaciones más afectadas, especialmente Portoviejo, Manta y Pedernales.
En declaraciones a periodistas, Correa aseveró que Portoviejo "está sumamente destruida. Manta también, hay pequeñas ciudades costeras como Pedernales, Jama, Canoa, proporcionalmente con altos niveles de destrucción".
Destacó que los afectados no quieren asistir a los albergues bajo techo por miedo por lo que han buscado refugio en lugares abiertos.
"Hay todavía muchísimos cadáveres debajo de los escombros. Es una tragedia muy grave la que estamos enfrentando, la mayor tragedia de los últimos 67 años", dijo el mandatario. "Sabremos salir adelante, ánimo patria querida".
En la ciudad de Portoviejo, capital de Manabí, casi todas las construcciones del casco comercial y bancario colapsaron mientas que en la turística ciudad de Manta varios hoteles quedaron reducidos a escombros.
El director de Obras Misioneras Pontificias, Anastacio Gil, dijo que "siente la tragedia que ha sufrido Ecuador porque el sufrimiento se está centrando en los más pobres y desprotegidos y con ellos están nuestros misioneros".
Fue clave el trabajo de los pobladores que inicialmente y sólo con sus manos se lanzaron a los escombros tratando de buscar sobrevivientes, a quienes luego se integraron rescatistas especializados en este tipo de tragedias.
El canciller Guilaume Long indicó que Bolivia ha enviado 50 rescatistas, Suiza tres expertos, España 80 más 120 equipos móviles, Venezuela 48, Colombia 50, Perú 35, México 120, Cuba 25 y Chile 49 bomberos.
Todos se integraron de inmediato a las labores de rescate en las zonas más golpeadas tras el terremoto de 7,8 grados que magnitud del sábado.
El lunes en la madrugada los bomberos de Quito lograron rescatar a tres personas de un centro comercial en Manta, mientras en el exterior un hombre solo acertaba a decir "mi esposa, mi esposa" en medio de un intenso llanto.
El ministro de Transporte y Obras públicas, Walter Solís, confirmó que el terremoto causó daños en unos 1.000 kilómetros de la red vial del país.
Miles de pobladores de Quito, Guayaquil y otras ciudades se lanzaron el domingo a las calles para aportar vituallas y ropa a los afectados y de inmediato salieron aviones y vehículos pesados cargados de ayuda.
- See more at: http://www.elcaribe.com.do/2016/04/18/ecuador-cifra-muertos-por-terremoto-sube-350#sthash.7loKbrER.dpufEl epicentro del terremoto, de una magnitud de 7,8 grados y el más fuerte en afectar a Ecuador desde 1979, tuvo lugar en zonas ecuatorianas escasamente pobladas compuestas por puertos de pescadores y playas turísticas a 170 kilómetros (105 millas), de Quito, capital del país.
La mayor parte de las poblaciones de la provincia de Manabí, Guayaquil, la capital y otras ciudades importantes, han sido las más afectadas incluyendo a Pedernales, Portoviejo y Manta, en la Costa Pacífica.
En Pedernales, la mayor parte de las construcciones colapsaron y apenas dos o tres edificios quedaron en pie. Los afectados han convertido al estadio de fútbol en zona de atención hospitalaria y de refugio de cientos de personas.
"Hay muchos muertos y enfermos", dijo el sacerdote Pedro Jesús Arenas en referencia a Pedernales. "Queremos estar presentes dando consuelo y llevando ayuda: agua, ropa, víveres, todo lo que la gente generosa nos ha dado".
Destacó que la policía los escolta porque temen ser asaltados al evadir los tramos de las carreteras que han sido destruidas. "La gente está desesperada y pueden asaltarnos, pero nosotros queremos que esa ayuda llegue a las zonas más dañadas", añadió.
El presidente Rafael Correa inició el lunes sus labores con un sobrevuelo sobre las zonas más golpeadas por el sismo del sábado, especialmente en la costa central del país, a la que han llegado decenas de rescatistas nacionales e internacionales.
El mandatario verificó personalmente la situación en las poblaciones más afectadas, especialmente Portoviejo, Manta y Pedernales.
En declaraciones a periodistas, Correa aseveró que Portoviejo "está sumamente destruida. Manta también, hay pequeñas ciudades costeras como Pedernales, Jama, Canoa, proporcionalmente con altos niveles de destrucción".
Destacó que los afectados no quieren asistir a los albergues bajo techo por miedo por lo que han buscado refugio en lugares abiertos.
"Hay todavía muchísimos cadáveres debajo de los escombros. Es una tragedia muy grave la que estamos enfrentando, la mayor tragedia de los últimos 67 años", dijo el mandatario. "Sabremos salir adelante, ánimo patria querida".
En la ciudad de Portoviejo, capital de Manabí, casi todas las construcciones del casco comercial y bancario colapsaron mientas que en la turística ciudad de Manta varios hoteles quedaron reducidos a escombros.
El director de Obras Misioneras Pontificias, Anastacio Gil, dijo que "siente la tragedia que ha sufrido Ecuador porque el sufrimiento se está centrando en los más pobres y desprotegidos y con ellos están nuestros misioneros".
Fue clave el trabajo de los pobladores que inicialmente y sólo con sus manos se lanzaron a los escombros tratando de buscar sobrevivientes, a quienes luego se integraron rescatistas especializados en este tipo de tragedias.
El canciller Guilaume Long indicó que Bolivia ha enviado 50 rescatistas, Suiza tres expertos, España 80 más 120 equipos móviles, Venezuela 48, Colombia 50, Perú 35, México 120, Cuba 25 y Chile 49 bomberos.
Todos se integraron de inmediato a las labores de rescate en las zonas más golpeadas tras el terremoto de 7,8 grados que magnitud del sábado.
El lunes en la madrugada los bomberos de Quito lograron rescatar a tres personas de un centro comercial en Manta, mientras en el exterior un hombre solo acertaba a decir "mi esposa, mi esposa" en medio de un intenso llanto.
El ministro de Transporte y Obras públicas, Walter Solís, confirmó que el terremoto causó daños en unos 1.000 kilómetros de la red vial del país.
Miles de pobladores de Quito, Guayaquil y otras ciudades se lanzaron el domingo a las calles para aportar vituallas y ropa a los afectados y de inmediato salieron aviones y vehículos pesados cargados de ayuda.
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